Recordar es vivir.
Y se quedó mirando el calendario, se metió en los recuerdos sin que nada pudiera evitar...era uno de esos días en los que la mente deja al corazón pasar, uno de esos días en los que no importa que las viejas heridas vuelvan a sangrar...habían pasado ya muchos meses llenos de días donde llegó a faltar el aire donde llegó a respirar arena, porque habían llegado los días deseados y no los deseos de borrar los meses que formaron en otro momento...aquel maldito y distinto calendario.
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