A veces.....

A veces no son buenos momentos para pensar, para pararte a mirar hacia atrás porque el presente corre deprisa y no debemos malgastarlo en recuerdos de vivencias que ya se han esfumado, que jamás volverán a repetirse. Si fueron buenas o malas, eso ya es agua pasada. Lo que realmente importa, a veces, es vivir el ahora, sentir las palpitaciones de
cada momento, reír o llorar, pero no limitarse a observar cada escena como si no fueras partícipe de ella. Otras veces, sin embargo, es inevitable y esencial hacer un parón y detener tu vida, al menos por unos minutos, estirarte y reflexionar. Rebobinar hacia atrás y desempolvar las experiencias del pasado. Porque todo lo que antaño sentimos forma parte de nosotros y recordarlo es volver a ver el largometraje de nuestra existencia. Bien sea por nostalgia o para aprender de los errores, a veces es fortalecedor girarse para observar todo el camino que hemos recorrido. También es recomendable, a veces, mirar hacia el futuro y abandonarnos al mundo de los sueños y la imaginación. La incerteza de no saber qué pasará ni dentro de diez segundos, ni diez años? Esta parte también es importante para seguir manteniendo viva la esperanza y la ilusión por vivir, porque por muy mal que nos vayan las cosas siempre nos quedará el consuelo de pensar que nos espera algo mejor o, cuanto menos, diferente. En cualquier caso, lo que siempre debemos hacer, sea cual sea la escena de nuestra vida que estemos proyectando, es sentir. Disfrutar cada uno de los nuevos sabores que nos ofrece el presente, recordar con cariño los del pasado y, por último, idear recetas maravillosas para los días que aún no hemos degustado.