Dale una nueva oportunidad al amor, tu corazón lo merece
Un mal amor lo tiene cualquiera, pero cuando ya son muchas las veces que te han roto el corazón, es posible que dejes de creer en el amor, al menos para ti. Mas no pierdas la ilusión, no te encierres en ti misma: aunque te rompan mil veces el corazón, sigue dándole una nueva oportunidad. Tu corazón se lo merece y aunque el amor tarde en llegar, algún día lo hará si estás dispuesta a darle una nueva oportunidad.
TODOS TENEMOS HERIDAS EN EL CORAZÓN.
Tal vez los caminos de la vida han sido duros, hoy te miras al espejo y ves heridas por doquier: heridas profundas, superficiales, algunas que sangran, otras que ya no duelen pero tienen recuerdos. Cierras los ojos y las posibilidades a una nueva oportunidad: Para qué volver a empezar? Para sufrir? Para desgastarnos?
Bloqueas tu alma y dejas de soñar y piensas: “Es mejor la soledad que otra experiencia que me deje adolorida”. Pero en el interior más recóndito, sabes que es un falso deseo.
La soledad tampoco te protege, aislarte de la vida sólo te ahorra un poco de dolor, pero el silencio de tus sentidos hace eco en cada noche más solitaria, oscura y fría. Qué deseas en esos momentos? Qué te gustaría sentir? Amor? Sí… Pero como si el mundo está lleno de cazadores, embusteros, hombres que juegan con tus sentimientos, y se burlan de ti, traicionan tu confianza y te dejan despojada de toda alegría. Ya lo sabes de memoria.
Pero… Realmente es así? Siempre ha sido así? Ocurre en todos los casos? Por supuesto que no, una o dos o tres o veinte malas experiencias no implican que tu destino sea quedarte sola. Reconstruye tus creencias, ármate de posibilidades y date una oportunidad. Qué tal si sale el sol? Si esta vez la calidez abraza tu cuerpo de mujer y tu corazón? Y si ahora es momento de ser amada y respetada? Y si tú te lo pierdes por estar escondida?
El pasado no tiene que repetirse forsozamente, puede haber nuevos rumbos para ti. Y si comienzas una nueva relación con los ojos abiertos, con la experiencia del ayer, replanteando nuevas formas de vincularte con el amor, tus relaciones serán poderosas. Todo lo que quieres está en tus manos, despierta a la vida, abre los ojos y descubre en cada rostro, el rostro del amor; detrás de cada desconcierto hay aprendizaje para nosotros.
TODOS TENEMOS HERIDAS EN EL CORAZÓN.
Tal vez los caminos de la vida han sido duros, hoy te miras al espejo y ves heridas por doquier: heridas profundas, superficiales, algunas que sangran, otras que ya no duelen pero tienen recuerdos. Cierras los ojos y las posibilidades a una nueva oportunidad: Para qué volver a empezar? Para sufrir? Para desgastarnos?
Bloqueas tu alma y dejas de soñar y piensas: “Es mejor la soledad que otra experiencia que me deje adolorida”. Pero en el interior más recóndito, sabes que es un falso deseo.
La soledad tampoco te protege, aislarte de la vida sólo te ahorra un poco de dolor, pero el silencio de tus sentidos hace eco en cada noche más solitaria, oscura y fría. Qué deseas en esos momentos? Qué te gustaría sentir? Amor? Sí… Pero como si el mundo está lleno de cazadores, embusteros, hombres que juegan con tus sentimientos, y se burlan de ti, traicionan tu confianza y te dejan despojada de toda alegría. Ya lo sabes de memoria.
Pero… Realmente es así? Siempre ha sido así? Ocurre en todos los casos? Por supuesto que no, una o dos o tres o veinte malas experiencias no implican que tu destino sea quedarte sola. Reconstruye tus creencias, ármate de posibilidades y date una oportunidad. Qué tal si sale el sol? Si esta vez la calidez abraza tu cuerpo de mujer y tu corazón? Y si ahora es momento de ser amada y respetada? Y si tú te lo pierdes por estar escondida?
El pasado no tiene que repetirse forsozamente, puede haber nuevos rumbos para ti. Y si comienzas una nueva relación con los ojos abiertos, con la experiencia del ayer, replanteando nuevas formas de vincularte con el amor, tus relaciones serán poderosas. Todo lo que quieres está en tus manos, despierta a la vida, abre los ojos y descubre en cada rostro, el rostro del amor; detrás de cada desconcierto hay aprendizaje para nosotros.
Podrán dañar o pisotear tu corazón una y mil veces, pero no desistas, porque un corazón como el tuyo es lo suficientemente valioso como para que un día encuentres el amor que tanto mereces.
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