Carta a un maltratador....
No me queda más remedio que ser hiriente contigo. Aunque intentaré ser moderada todo lo que pueda. Pero tenía que decírtelo. No puedo seguir callada. Con tinta transparente te escribo esta carta. No es tinta, sino lágrimas que van descendiendo suavemente por mi rostro y se van deshaciendo contra la pantalla que ahora mismo sostienes entre tus poderosas manos de hierro. Lloro porque me acuerdo de tu mujer, una mujer que pensaba que lo tenía todo: una casa hermosa, hijos maravillosos y, sobre todo, un hombre al que quería con locura.
Sé que eres un enfermo, pero éso no justifica lo que estás haciendo y lo que has hecho.
También sé que en momentos, sabes perfectamente porqué actúas de esa manera. Mira en el ser en el que te has convertido.
No me queda más remedio que intentar que abras los ojos y que dejes de ser un cobarde.
Ella NO tiene la culpa de tu pasado.
Ella NO es responsable de lo que pudieron hacerte en la niñez o en la adolescencia.
Ella NO es la causante de tus carencias afectivas. Ni de tu baja autoestima.
Ella NO es un saco de boxeo donde descargar tu ira, tu mediocridad para así sentirte más fuerte.
Ella NO ha venido a este mundo para que
la utilices, la humilles, la controles, la sometas, la insultes, la golpees....
Ella NO es tuya, aunque tú pienses lo contrario. Nadie tiene tanto poder para ser dueño de otro ser humano.
Y menos tú. Espero que te des cuenta de que esto no es ningún juego, esto es la vida real y para poderla llevarla como un juego primero tienes que aprender a jugar, es decir, aprender a vivir.
Ella NO ha nacido para que tú la mates.
Sé que eres un enfermo, pero éso no justifica lo que estás haciendo y lo que has hecho.
También sé que en momentos, sabes perfectamente porqué actúas de esa manera. Mira en el ser en el que te has convertido.
No me queda más remedio que intentar que abras los ojos y que dejes de ser un cobarde.
Ella NO tiene la culpa de tu pasado.
Ella NO es responsable de lo que pudieron hacerte en la niñez o en la adolescencia.
Ella NO es la causante de tus carencias afectivas. Ni de tu baja autoestima.
Ella NO es un saco de boxeo donde descargar tu ira, tu mediocridad para así sentirte más fuerte.
Ella NO ha venido a este mundo para que
la utilices, la humilles, la controles, la sometas, la insultes, la golpees....
Ella NO es tuya, aunque tú pienses lo contrario. Nadie tiene tanto poder para ser dueño de otro ser humano.
Y menos tú. Espero que te des cuenta de que esto no es ningún juego, esto es la vida real y para poderla llevarla como un juego primero tienes que aprender a jugar, es decir, aprender a vivir.
Ella NO ha nacido para que tú la mates.
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