Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2016

Duodécimo día.

Imagen
Algunos días, sin saber muy bien por qué, me siento y dejo pasar el tiempo. Pasa limpiamente, sin rozarme. Y me siento una espectadora anónima de mi propia vida. No sé cuándo va a pasar. Ni cuanto va a durar. Sólo sé que me quedo paralizada, estupefacta, perpleja.  No debo dejar mi vida en manos de los demás, no me gusta. Pero hay decisiones que no dependen de mi. Sólo cabe esperar. Y ahí me quedo. No es grave, ni mortal. Más bien es una tontería sin importancia. Pero, cuando te encuentras en esa parálisis, todo es indecisión y sólo deseas que pase. Sólo esperas que el tiempo vuelva a tu reloj. Sentir el latido de la vida en tus muñecas. Tener ganas de hacer algo y hacerlo! Decidir y actuar.  No es para asustarse. Son momentos confusos. Y pasan fugazmente.  Cómo odio esos momentos Laguna!

Undécimo día

Imagen
Las melancolías de la VIDA. Hay días en los que amanezco con todas las penas y nostalgias del mundo. La vida está llena de esos pequeños momentos. Los guardo y atesoro en una mágica caja que contiene todas mis emociones y sentimientos vividos. En los días tristes las saco y revivo con el corazón. En unas ocasiones me producen melancolía, otros sin embargo pueden darme fuerza para afrontar el día. A lo lejos escucho una melodía que me trae tanto gratos como tristes recuerdos de un ayer que ya se fue,  y es que guardo el recuerdo en esa caja donde me cabe todo lo que soy y lo que fui alguna vez, nadie tiene acceso a esa caja, tan sólo yo. Son mis emociones, es mi sentir, sólo me pertenece a mi. Mi Corazón.

Décimo día

Imagen
Puede que un día todo se pare. Que la tierra decida no moverse más. Que el sol deje de calentar o que lo haga con mucha intensidad. Que un tornado arrase con árboles, casas, coches, personas. Con la vida. Con la de cada uno de nosotros. Acabando así con ilusiones, miedos, propósitos, promesas. Con nuestra existencia. Rompiendo el reloj, el tiempo. Obligándonos a terminar todo aquello que un día empezamos. Sin darnos la oportunidad de empezar lo que siempre deseamos. Un ¡chás! y el corazón se pararía. Al igual que cerramos una caja de música cuando no queremos escuchar más. O cerramos un libro si nos entra sueño. Pero no terminamos con lo que ya existe. No se puede borrar del pasado lo que ya tenemos, lo que hemos sentido... vivido. Por eso, si mi corazón se para. Si dejo de respirar, mi amor seguirá. Porque no solo existe lo que está en el presente, sino cada uno de los instantes en los que mi coraz...

Noveno día

Imagen
Cierro los ojos y durante un instante pienso en lo bueno que tengo, en esas personas que hacen que mi vida tenga sentido. Pienso en lo que he vivido y imagino lo que me queda por vivir. Sonrío por ser quién soy y olvido todo lo que un día me hizo llorar. Porque no merece la pena sufrir, nadie tiene derecho a borrarme la sonrisa. Disfruto de aquellos que me quieren y me apoyan, que me abrazan cuando más lo necesito y que siempre están ahí. O allí. No importa la distancia. Importan las palabras, los hechos, los momentos vividos junto a ellos. Importa cada segundo de felicidad que me han aportado. Porque yo debo aprovechar cada minuto de mi vida. Y si es junto a esas personas, solo me queda darles las gracias y sonreir. 

Octavo día

Imagen
Hay días... días en los que la imaginación te lleva... te hace volar, surcar mares, playas vírgenes, países lejanos... y mágicos y es en esos días... cuando revivo mi infancia, mis juguetes olvidados, mis cuentos, mis disfraces... mis sueños... paisajes de mi niñez... Que nadie me saque mi inocencia.

Séptimo dia

Imagen
Todo el mundo sabe que una mariposa tiene muy pocos días de Vida... lo que no sabemos es si la propia mariposa sabe que tiene los días contados Y si lo sabe... aprovecha al máximo el tiempo? absorbe toda la energía, se llena de ella? quién sabe? nosotros tampoco... parece que tenemos todo el futuro por delante... Vivamos como si mañana fuera el último día... además... quién lo sabe? no somos muy diferentes a las mariposas... Mientras tanto vivamos la v ida .

Sexto día

Imagen
No voy a perder esa magia que me permite sorprender sin trucos. Mantengo esa curiosidad que me lleva a tocar con la yema de los dedos esas sensaciones que consiguen conectarme con la esencia de la vida. Esos momentos sin esperarlos, sin perseguirlos y casi sin darme cuenta…  “Coño, qué guay es la vida”.  No pierdo ese brillo en los ojos que viene de la mano de cada sonrisa sincera, de cada caricia sin miedos, de cada “te quiero” sin penas. De cada persona que se cruza en mi vida con intención de entregarse al 200% porque sabe que no merezco menos de lo que doy. Y quiero. No solo a esas personas, sino a esos momentos. Porque será en ellos donde encuentre aquella parte de mi que echaba de menos. Seré vida en cada mirada que cruces y, que en ella, a quien le importe pueda escuchar mis silencios. Porque en ellos será donde diré lo que callo y donde por empatía y curiosidad, otro trate de descifrar la e...

Quinto día.

Imagen
Creo que nunca ha sido complicado hacerme feliz. Si me conoces bien, sabrás que soy patéticamente sencilla y previsible. No necesito rosas, ni bombones, ni aviones que escriben en el cielo. No pido milagros, porque nunca he visto ninguno. Las sorpresas, cuanto más pequeñas, más bonitas me parecen. Y me vale casi todo. Todos los detalles son buenos. Notas escritas en una servilleta, una visita inesperada, una flor del parque, una foto de tu infancia, un mensaje de madrugada. Eso sí, necesito que todo ello sea incondicional. Solos o rodeados de gente. Aquí y allí. Ayer y hoy. Y tener la certeza de que si mañana estamos en el fin del mundo, seguirá siendo así. Como la vida misma. Acumulando sensaciones.

Cuarto día

Imagen
Esos momentos que me dejan helada. En los que tengo que contener las palabras. Que me dejan pasmada. Que vivo intensamente. Que me cortan la respiración. Son instantes en los que cambia la vida, en los que cierro los ojos y sé que tengo algo por lo que vivir. Que me ha ocurrido a mi y que me pellizquen si esto no es real. Que no es un sueño, que merece la pena. Lo llamaré perseverancia. El tren de mi vida cambia de dirección . Vivir la vida de manera sensata merece la pena. Y me subo al tren. Me tomo las cosas con menos seriedad. Me sumerjo y vivo intensamente y disfruto de mi respiración .

Tercer día

La vida sigue su curso, el tiempo pasa y cada día puedo elegir entre tomar o no tomar parte del mismo. Participar y protagonizar es una cuestión de actitud y de algo más…, no voy a permanecer estática ante el cambio cuando vivo sumergida en multitud de acontecimientos que cada día se me presentan de forma diferente. Todo está en continuo cambio y evolución, ningún día es exactamente igual a otro, ni una hora es igual a la siguiente, cada día es diferente al siguiente y a su vez a todos los que vendrán… Todo fluye, como el rio que corre en una cascada... Y si todo fluye, yo puedo permanecer estática en este fluir? No puedo negar que el cambio existe. Sin embargo no voy a nadar contra corriente....

Segundo día

Sigue la desconexión Como era de esperar no noté ningún impulso preocupante.  La gente que de verdad tiene interés en decirme algo lo hizo por whatsapp o me llamó directamente.  La que no, no. Y lo mismo hice yo, llamé cuando quise hablar con alguien y el mundo continua girando.

Primer día

Aguantar tres semanas en estas condiciones no es imposible. "Hay momentos que son difíciles pero le pego cuatro gritos a quien tenga delante", Estando ocupada lo llevo bien y me estoy dando cuenta de que desconectada de las redes sociales se disfruta mucho más de la vida, de la gente...Cuento como anécdota que ahora en la calle me entretengo observando a la gente. Me estoy acostumbrando. Hoy me he puesto tacones para que me duelan los pies.