Con la dosis justa....
Se hace tarde...aceptamos esperas que conllevan distancias, manos frías, manos sudorosas y sonrisas miopes. Llegamos tarde cuando nuestros sentimientos agonizan cobardes, agazapados, encogidos sobre sí mismos y suplicantes. Irremediablemente se nos hace tardísimo, cuando fingimos que no pasa nada y vamos diciendo que nos quedan muchas páginas en blanco para escribir, cuando al final, nos limitamos a seguir escribiendo entre líneas ya escritas.
... se nos hace tarde cuando vivimos en viceversa con la vida.
Y es que de guiones, efectos especiales y máscaras vamos sobrados.
... se nos hace tarde cuando vivimos en viceversa con la vida.
Y es que de guiones, efectos especiales y máscaras vamos sobrados.
De soledades que van de la mano haciéndose puta mutua compañía ni hablemos y de almohadas que son cajones de tareas pendientes....erre que erre, tozudos y empeñados, seguimos andando sin mirar en nuestro interior y muertos de dudas. Sordos y ciegos, instalados en el lamento y especializados en la queja, nos aplicamos con devoción en lamer las palmas de nuestras manos, esas manos donde se han clavado los cristales de todos nuestros vasos medios vacíos. Pasamos nuestros días doblados, enrollados, rotos, arrugados entre los quizás y los ojalas, mientras nos convencemos de estar tocando el cielo... un cielo con sospechoso aspecto a infierno.
De repente, un día entendemos que debemos sacar las ganas de todo del congelador y al mismo tiempo, debemos dar una patada a las ganas de nada que siguen acostadas junto a nosotros.
De repente un día, de repente ese día...
Que no nos damos cuenta de lo que pesa el lastre....el lastre del egoísmo...Y sí, es verdad, el cambio es compromiso, sobre todo con nosotros mismos e implica riesgo, dedicación, constancia, paciencia, confianza, valor y también dolor. Nada vuelve y la vida se pasa volando…
De repente, un día entendemos que debemos sacar las ganas de todo del congelador y al mismo tiempo, debemos dar una patada a las ganas de nada que siguen acostadas junto a nosotros.
De repente un día, de repente ese día...
Que no nos damos cuenta de lo que pesa el lastre....el lastre del egoísmo...Y sí, es verdad, el cambio es compromiso, sobre todo con nosotros mismos e implica riesgo, dedicación, constancia, paciencia, confianza, valor y también dolor. Nada vuelve y la vida se pasa volando…
A quién se convenza que la vida es gris cuando no hacen nada por cambiar su color. Ojalá tú amando sin interés y aprendiendo a tener soltando... porque sólo soltando se vuelve invencible, porque únicamente amando sin condiciones te amarán incondicionalmente. Sin interés alguno por sentir nada a medias, para saber con quién estar. Ojalá encontrando a quien entiende sin hablar y sabiendo que la felicidad no necesita público.
NO, NUNCA, NADA Y NADIE
NO, NUNCA, NADA Y NADIE
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