ÉL y ELLA.

Se conocieron en un abismo entre cielo y tierra. Él quería luchar contra ELLA pero la fuerza era mayor que su torpeza por arrebatarle sus sueños. Y contra viento y tormenta lucha para ganarle la batalla a él que tanto miedo le da ahora que ya llegó de sus sueños a instalarse en el día a día.
La rutina se ha vuelto pesada y la llegada del otoño entristece más que cualquier estación.
La voluntad se desploma, como lo hace la fe. Aparenta estar bien pero la verdad dista mucho de esa mentira.
A través de aquella ventana...detrás hay tanta vida...y él duele tanto.
A cada despertar, en cada amanecer, reaparece la oportunidad de ganar en ese espíritu de lucha, que mano a mano le ofrece siempre ella...que es tesón, fuerza, ánimo...lo que él le arrebató un día, donde sus tesón falló por momentos y se limitó a pensar tanto en ELLA.
Se ha vuelto vulnerable, y necesita que le cuiden, que le lleven de la mano, que le levanten ahora que ha caído.
Está cansado... él lo está dejando exhausto. Es demasiado joven, pero su joven cuerpo comienza a cansarse, y no es para menos.
Hay sueños que simplemente no pueden ser, y hay tormentas que no podemos pronosticar. Y ahora él mata el sueño que una vez tuvo....