Y por segunda vez vuelvo a pensar...querida hija....
Querida hija no nacida... Sí en algún momento llegas a estar aquí… Tal vez sea para que ames la vida tanto como yo. Para que puedas tener momentos perfectos, de total felicidad en los que todo tiene sentido y pienses: merece la pena. Pero si llegas a nacer, sé exactamente lo que te diría. Sería algo así: cada vez que miro tu cara me pregunto quién serás. Qué clase de mujer llegarás a ser. En qué clase de persona te convertirás. Por mi parte haré lo posible porque seas libre. De una mujer que siempre supo cual era su lugar en el mundo y que hará lo posible para que tú puedas buscar con total libertad el tuyo. Por eso, siempre respetaré tus decisiones. Intentaré no imponerte nunca mis ideas. Te ayudaré a encontrarte a ti misma en tu camino, no en el mío. Sé que soy tu madre, pero nunca tu dueña. De persona a persona, respetaré tu vida por muy diferente que sea de la mía. Ya que yo tomé la decisión de dártela, dejaré que seas tú quien decida como vivirla. Sé que habrá momentos en los ...